Las cercas electrificadas se emplean cada vez más en el Uruguay. Ya suman 4.000.-
Como vemos por la calle cada vez son más las propiedades con cerca eléctrica, hasta hace poco tiempo las que la tenían eran las empresas pero últimamente se ven más en propiedades particulares.
Hoy por hoy en el Uruguay solo hay habilitadas 14 empresas para vender este servicio según Hugo De León, Director de la oficina del Registro Nacional de Empresas de Seguridad.
Estas empresas deben contar a parte de la habilitación con un ingeniero electriicsta dipolomado en la Facultad de ingeniería como asesor y responsable técnico técnico de la firma.
En cuanto a las cercas, éstas deben estar homologadas por el Ministerio del Interior. Si no es así quedará a entera responsabilidad de la persona que la ocloca, con las consecuencias penales o civiles que eso tenga.
Para ser autorizado debe ser inocuo para seres humanos y animales.
"Si alguien electrifica por su cuenta una cerca, o el picaporte de una puerta o una ventana, incurre en un dolo eventual, porque hay una intención de hacer daño, lo que en Derecho se llama una intención criminosa", argumentó De León, que además es abogado.
"Una cerca eléctrica domiciliaria está conectada a una central que se alimenta a 220, tiene un transformador que le baja el amperaje y el voltaje de salida", explicaron los técnicos.
De esa manera se convierte en tensión continua, unos 50 pulsos por minuto, lo cual permite que se produzca la descarga pero no deje, literalmente, pegada a una persona. La "patada", señalaron, descarga entre 5.000 y 8.000 voltios, de bajo amperaje. "Es un golpe que repele al intruso, no deja secuelas físicas, no quema, ni deja moretones, sólo repele", explicaron.
Para su colocación, cuando se trata de cercas areales (por aire) el primer hilo de la cerca debe estar a dos metros del suelo y tener una inclinación de 45 grados hacia la propiedad. Si es colocada a nivel de suelo el primer hilo deberá estar a no menos de 15 centímetros.
Además deberá tener un retiro de 80 centímetros de los límites de la propiedad, la distancia estándar que puede cubrir el brazo de un intruso.
Por último, la cerca deberá tener carteles de advertencia, de colores negro y amarillo y de 10 por 20 centímetros, que exprese la advertencia.
"No midió el alcance de sus actos"
La jueza penal Mariana Motta dijo ayer que el vecino de 61 años que electrificó una escultura de su finca "no hizo, literalmente, nada de nada".
En declaraciones a radio Carve, Motta explicó su decisión de procesar sin prisión al propietario al entender que el caso se trató de "un homicidio culposo, no hay una intención de matar, hay un resultado en este caso de muerte como consecuencia de una conducta culposa, o negligente, imperita".
"La actividad que había hecho este hombre, de electrificar algo de su propiedad, no era en sí un delito", precisó la jueza y ejemplificó: "no era una cerca electrificada".
Motta tampoco entendió que el ocultamiento del cadáver haya supuesto una actividad dolosa. "Es una culminación, si se quiere del homicidio culposo", señaló.
La magistrada dijo que había observado al vecino muy "compungido" por su acción. "Este hombre no hizo, literalmente, nada de nada. No midió el alcance de sus actos", indicó.
Fuente: Diario El País
Como vemos por la calle cada vez son más las propiedades con cerca eléctrica, hasta hace poco tiempo las que la tenían eran las empresas pero últimamente se ven más en propiedades particulares.
Hoy por hoy en el Uruguay solo hay habilitadas 14 empresas para vender este servicio según Hugo De León, Director de la oficina del Registro Nacional de Empresas de Seguridad.
Estas empresas deben contar a parte de la habilitación con un ingeniero electriicsta dipolomado en la Facultad de ingeniería como asesor y responsable técnico técnico de la firma.
En cuanto a las cercas, éstas deben estar homologadas por el Ministerio del Interior. Si no es así quedará a entera responsabilidad de la persona que la ocloca, con las consecuencias penales o civiles que eso tenga.
Para ser autorizado debe ser inocuo para seres humanos y animales.
"Si alguien electrifica por su cuenta una cerca, o el picaporte de una puerta o una ventana, incurre en un dolo eventual, porque hay una intención de hacer daño, lo que en Derecho se llama una intención criminosa", argumentó De León, que además es abogado.
"Una cerca eléctrica domiciliaria está conectada a una central que se alimenta a 220, tiene un transformador que le baja el amperaje y el voltaje de salida", explicaron los técnicos.
De esa manera se convierte en tensión continua, unos 50 pulsos por minuto, lo cual permite que se produzca la descarga pero no deje, literalmente, pegada a una persona. La "patada", señalaron, descarga entre 5.000 y 8.000 voltios, de bajo amperaje. "Es un golpe que repele al intruso, no deja secuelas físicas, no quema, ni deja moretones, sólo repele", explicaron.
Para su colocación, cuando se trata de cercas areales (por aire) el primer hilo de la cerca debe estar a dos metros del suelo y tener una inclinación de 45 grados hacia la propiedad. Si es colocada a nivel de suelo el primer hilo deberá estar a no menos de 15 centímetros.
Además deberá tener un retiro de 80 centímetros de los límites de la propiedad, la distancia estándar que puede cubrir el brazo de un intruso.
Por último, la cerca deberá tener carteles de advertencia, de colores negro y amarillo y de 10 por 20 centímetros, que exprese la advertencia.
"No midió el alcance de sus actos"
La jueza penal Mariana Motta dijo ayer que el vecino de 61 años que electrificó una escultura de su finca "no hizo, literalmente, nada de nada".
En declaraciones a radio Carve, Motta explicó su decisión de procesar sin prisión al propietario al entender que el caso se trató de "un homicidio culposo, no hay una intención de matar, hay un resultado en este caso de muerte como consecuencia de una conducta culposa, o negligente, imperita".
"La actividad que había hecho este hombre, de electrificar algo de su propiedad, no era en sí un delito", precisó la jueza y ejemplificó: "no era una cerca electrificada".
Motta tampoco entendió que el ocultamiento del cadáver haya supuesto una actividad dolosa. "Es una culminación, si se quiere del homicidio culposo", señaló.
La magistrada dijo que había observado al vecino muy "compungido" por su acción. "Este hombre no hizo, literalmente, nada de nada. No midió el alcance de sus actos", indicó.
Fuente: Diario El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario